lunes, 31 de mayo de 2010

The girl with the liquid eyes / La chica de los ojos líquidos



Esta es una breve historia sobre el amor, el dolor y la pérdida. Es profundo, toca el alma, nos mueve esa fibra interna del sentimiento más triste allí escondido, tiene una belleza unida al dolor difícil de explicar. Puede el dolor ser bello ?.
Es un poético cortometraje de los directores Charlotte Boulay-Goldsmith y Adam Smith realizado en el año 2009, y escrito por la misma Charlotte Boulay-Goldsmith. Se encuentra en idioma inglés pero contamos con la traducción al español realizada por Andrea Schwart en un generoso trabajo de colaboración.
Pude conocer esta película gracias a El baúl que no tenía mi abuela.

"Habia una vez una joven con grandes ojos azules.
Todo el mundo y el Sol reian cuando los abria bien grandes.
Los bosques le contaban chistes
y los vientos le hacian cosquillas en la garganta
y con un guiño las nubes se escondian y cantaban
"Alli viene la joven con los grandes ojos azules!"

Una vez el teléfono sonó, triste,
Lo levantó y oyó: -"Ya no te amo".
El Sol, las nubes, los árboles y el viento
todos pispearon y vieron cómo la joven
caía en un gran agujero negro.
El Sol no soportaba verla en brazos de tan tremendo dolor
y aunque las nubes con toda su fuerza le pidieron permanecer,
el Sol llamó a la luna para ocultar su luz.

La joven se quedó sentada sola en la noche.
Llorando y llorando y llorando y llorando.
Sus ojos rápidamente se llenaron con lágrimas como perlas
hasta que ya no contenidas rodaron por su silla.
Pronto la casa, los bosques y luego el cielo
se llenaron de azul.
Corrian los dias y las noches, sin fin.
Su dolor crecía aún más
hasta que ahorgó al mundo en el agua de su pena.
Las memorias felices pendían de sus párpados
mientras lloraba,
pero el agua salada no cesaba
y sin importar cuánto trataron
se vieron disueltas por el dolor de su olvido.
Pronto el color se fue, y luego el ojo mismo,
hasta que sólo quedaron dos huecos.
Las fuentes de sus lágrimas constantemente desbordadas.
Los arboles se convirtieron en algas
las nubes en témpanos.

Los niños no creen, cuando miran al pasado,
que la joven con ojos liquidos
antes era de enormes ojos azules.

Tantos años lloró que su cerebro se estaba encogiendo,
vacio y drenado,
hasta que un dia,
antes que su alma fuese arrastrada,
sus párpados hinchados
sintieron el calor de unos labios amorosos,
cuando alquien a quien ella le importaba, simplemente dijo:
"Porque lloras?" y la joven contesto: -"No recuerdo..."

miércoles, 19 de mayo de 2010

Las puertas del paraíso / Un cuento sufí



Había una vez un buen hombre. Pasó toda su vida cultivando las cualidades prescriptas a aquellos que alcanzarían el Paraíso. Ayudó generosamente a los pobres, amó y sirvió a sus semejantes. recordando la necesidad de tener paciencia, soportó grandes e inesperadas privaciones, a menudo en beneficio de otros. Ejecutó travesías en busca de conocimiento. Su humildad y su ejemplar comportamiento fueron tales que su reputación de hombre sabio y buen ciudadado resonó desde el Otiente al Occidente y del Norte al Sur.
Todas estas cualidades ciertamente las ejercitaba, todas las veces que se acordaba . Pero tenía un defecto: la negligencia.
Esta tendencia no era fuerte, y él consideraba que contrapesada con otras cosas que practicaba, sólo podría ser vista como una falta pequeña. Hubo algunos pobres a quienes no ayudó, pues de tiempo en tiempo tornábase insensible a sus necesidades. Algunas veces, también, olvidaba amar y servir, cuando surgía en él aquello que consideraba como necesidades personales, o al menos, deseos. Le gustaba dormir, y a veces, cuando estaba dormido, las oportunidades de buscar conocimiento o de entenderlo, o practicar real humildad, o aumentar en algo la cantidad de buenas acciones, pasaban de largo y no volvían.
Así como las buenas cualidades dejaron su huella en su ser esencial, así lo hizo también la característica de la negligencia.

Fue entonces cuando murió. Encontrándose más allá de esta vida y encaminándose hacia las puertas del Jardín Amurallado, el hombre se detuvo para examinar su conciencia. Y sintió que su oportunidad de pasar por los Altos Portales era suficiente.
Vio que las puertas estaban cerradas; y entonces una voz se dirigió a él, diciendo:
-Permanece atento pues las puertas se abrirán sólo una vez cada cien años.

El hombre se acomodó a esperar, excitado ante la perspectiva. Pero perdidas las oportunidades de practicar virtudes en favor de la humanidad, se dio cuenta de que su capacidad de atención no le era suficiente. Después de estar atento durante un lapso que le pareció un siglo, comenzó a cabecear de sueño. Por un instante se cerraron sus párpados. Y en aquel momento infinitesimal, se abrieron las puertas de par en par.
Antes de que sus ojos estuvieran de nuevo completamente abiertos, las puertas se cerraron con un estruendo lo suficientemente fuerte como para resucitar a los muertos.



Este cuento fue recogido de la memoria popular
oral persa. Se atribuye a los derviches. La palabra turca derviche procede del persa darvésh, que significa "mendigo". Los derviches son frailes musulmanes dedicados a adquirir conocimientos y manifestarlos mediante obras de caridad. Algunos derviches se entregan a la pobreza, confiando en Dios para la subsistencia, y andan errantes por las regiones. Más allá de la hermandad a la que pertenezcan, todos aplican la enseñanza sufí en hechos cotidianos: el verdadero conocimiento se encuentra buscando en el interior de uno mismo.

sábado, 15 de mayo de 2010

Utopía


La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.

Eduardo Galeano

viernes, 14 de mayo de 2010

Sueños / Quino

Es muy importante en esta tira ser detallista, sobre todo al final. Les doy una pista: el sombrerito y la escapada del tercer cuadro. Pueden hacer click en la imagen para verla en un tamaño mayor.

jueves, 13 de mayo de 2010

Metamorfosis

Fotografía de Carlos Alberto Bau

Era un cautivo beso enamorado
de una mano de nieve, que tenía
la apariencia de un lirio desmayado

y el palpitar de un ave en la agonía.
Y sucedió que un día,
aquella mano suave
de palidez de cirio,
de languidez de lirio,
de palpitar de ave,
se acercó tanto a la prisión del beso,
que ya no pudo más el pobre preso
y se escapó; mas, con voluble giro,
huyó la mano hasta el confín lejano,
y el beso que volaba tras la mano,
rompiendo el aire, se volvió suspiro.

Luis Gonzaga Urbina

México, 1868 / 1934

martes, 4 de mayo de 2010

Noche blanca / Nuit blanche

Nuit Blanche es un cortometraje dirigido por Arev Manukian, con música de Samuel Bisson. En apenas cuatro minutos recrea y explora ese momento mágico y fugaz en el que dos extraños revelan su breve conexión. Realismo fantástico, deseo, unión. Les recomiendo subir el volumen de los parlantes porque su música acompaña maravillosamente la cámara lenta, y disfrutarlo en pantalla grande para apreciar sus efectos especiales.

Nuit Blanche from Spy Films on Vimeo.

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