miércoles, 17 de agosto de 2011

El que siembra un pensamiento...




El que siembra un pensamiento
cosecha una acción.
El que siembra una acción
cosecha un hábito.
El que siembra un hábito
cosecha un carácter.
El que siembra un carácter
cosecha un destino.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Cuerpo nombrado

Quiero nombrar tu cuerpo, tu oscuridad, tu lumbre,
el pecho que se inflama,
tu savia azul, el río de tus astros.

Quiero nombrar tu cuerpo, tus caminos,
el laberinto tibio, las girándulas,
el sexo umbrío, las vísceras ocultas,
esa linfa secreta que va trenzando el tiempo.

Quiero nombrar tu cuerpo, los murmullos,
los labios cuando besan o nombran otros cuerpos,
el fuego de la lengua, la humedad de la piel.
Tu saliva que es áspera y amarga.

Quiero narrar tu espalda añil que delimita
con un dios impreciso, inabarcable.


Desde muy niño vivió en Madrid. En esta ciudad realizó varios cursos de Medicina, licenciándose finalmente en Filosofía Pura. Actualmente, trabaja como profesor de Filosofía en el I.E.S. «Murillo» de Sevilla. Compagina la crítica literaria con la labor poética, siendo colaborador habitual de revistas especializadas. Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía «San Juan de la Cruz», el Premio Internacional de Poesía «Claudio Rodríguez», accésit del Premio Iberoamericano de Poesía «Juan Ramón Jiménez», accésit del Premio «Rosalía de Castro", Premio ‘Ciudad de Cáceres», Premio «Jaime Gil de Biedma», y finalista en varias ediciones del Premio Nacional de Poesía y de la Crítica. Ha publicado los siguientes poemarios: Los mares, las memorias (Madrid, 1992), Anteo (Huelva, 1994), Lluvias (Ávila, 1995), Los días y los pájaros (Zamora, 1996), Memoria común (León, 1998), Mar último (Sevilla, 2000), Cuerpos (Sevilla, 2001), y Habitación 328 y otros poemas (Madrid, 2001), Los mares, las memorias (Madrid, 2002), Reparto de sombras (Madrid, 2005).

Estados de ánimo / Mario Benedetti

Fotografía de Juan Carlos del Río
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas

unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano

a veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas

pero hoy me siento apenas
como una laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones

una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces

sereno en mi confianza
confiado en que una tarde
te acerques y te mires
te mires al mirarme.

Mario Benedetti

martes, 9 de agosto de 2011

Echar un polvo

Esta frase data de los felices años 20, unos años mágicos. España no sufría las consecuencias de la guerra mundial y tuvo una postguerra tranquila.
Los españoles conocieron el hedonismo, la buena vida y por consecuencia se incrementó el vicio del tabaco inhalado (el célebre rapé).
El consumo de tabaco rapé, un tabaco en polvo que se inhalaba por la nariz. ya era una moda entre la nobleza europea del siglo XVIII .Tras moler las hojas de tabaco, el polvo era mezclado con aceites esenciales que le daban determinados aromas. Entonces era almacenados en recipientes herméticos que permitían que los aromas impregnaran el polvo de tabaco.
Tradicionalmente, sus consumidores colocaban una pizca de tabaco rapé sobre el reverso de la palma de la mano y lo inhalaban por la nariz. Portaban el tabaco en pequeñas tabaqueras, generalmente de porcelana, cuya elegancia también formaba parte del juego y el ritual de rapé.
Todos los hombres que se preciaban de elegantes llevaban en su bolsillo este bonito recipiente, en forma de caja, conteniendo el polvo de tabaco (rapé), que se intercambiaba como signo de cortesía "

-¿quieres echar un polvo?".

Pero como era de mala educación inhalar ante señoras, los hombres cuando sentían el sindrome de abstinencia salían del salón, con la excusa de echar un polvo.
Muchas veces la ausencia del salón, no era exactamente para inhalar rapé sino para tener un encuentro con alguna damisela en las habitaciones altas que tenían todas las casas de "buena familia" . La excusa para su ausencia era: -"voy a echar un polvo"-  y se perdía por las habitaciones, donde se encontraba con su amante para un encuentro sexual.....
Cajita de rapé

domingo, 7 de agosto de 2011

Canto a la realidad

Ilustración de Emily McPhie
Sueña la Bruja del Este que es un ama de casa con los rulos siempre puestos y una receta estupenda de buñuelos de viento. Sueña el Príncipe Azul que es un funcionario público detrás de una ventanilla que pone sellos de hasta tres colores distintos. Sueña el Hada Madrina que es maestra de escuela en un pueblo pequeño y amante discreta de un hombre casado. Sueña el Viejo Dragón, en su cueva, con la partida de dominó de los sábados a ritmo de chatos de vino y aceitunas sin hueso. Cada mañana, todos despiertan con la triste conciencia de quien se sabe preso y sin salida en un mundo de fantasía.

María José Barrios / Cuentos mínimos

viernes, 5 de agosto de 2011

Como tinaja / Gioconda Belli

En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
en mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
y el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.

Gioconda Belli

jueves, 4 de agosto de 2011

Te esperaré...

Fotografía de Man Ray

Te esperaré apoyada en la curva del cielo y todas las estrellas abrirán, para verte, sus ojos conmovidos. 

Ernestina de Champourcín
Vitoria, 10 de julio de 1905 - Madrid, 27 de marzo de 1999

Intimidad

Fotografía de Man Ray
Estás en mí tan lenta que parece agua continua.

Te veo caer
en mis últimos
sueños, en blancos espacios de soledad.

A la distancia
mínima del deseo y la belleza.

Oigo la música de tu cuerpo en la yema de mis dedos.

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