Otro dicho de uso muy común es "zapatero a tus zapatos", mediante el cual se aconseja no meterse a opinar o a hacer de lo que no se conoce. Se remonta a principios de nuestra era, cuando el naturalista latino Plinio el Viejo, historiador y científico romano, que vivió en Cromo, entre los años 23 y 79 recogió en su obra "Historia Natural", que constaba de 37 libros, una anécdota referida al gran pintor griego Apeles, que desarrolló su labor artística en el siglo IV antes de Cristo y que a juzgar por la opinión de sus contemporáneos, fue un gran maestro (de hecho, pintó nada más y nada menos que para Alejandro Magno).
Continuemos...Plinio el Viejo cuenta que Apeles era un artista que siempre buscó la perfección en sus obras y le interesaba la crítica de todo el mundo. Una forma de obtenerla era colocando sus cuadros en la plaza pública. Él se escondía detrás de las telas para escuchar los juicios de los ocasionales transeúntes. Cierto día acertó a pasar por el lugar un conocido zapatero que criticó duramente una sandalia que figuraba en un retrato de cuerpo entero de un personaje de la época. Apeles reconoció su equivocación y corrigió el defecto señalado por el zapatero, y volvió a exhibir la obra. Acertó a pasar nuevamente el zapatero, y envanecido al ver corregido aquello que él señaló como un error, comenzó a criticar otros detalles, incluso los colores. Entonces Apeles, que escuchaba desde su escondite montó en cólera, y le dijo ásperamente "el zapatero no debe juzgar más arriba de las sandalias" ("Ne supra crepidam sutor judicaret"). La expresión, desde entonces, se usa como consejo a quien pretende juzgar asuntos ajenos en los que no es experto.
Extraído de El Aguará / 1993 / Adolfo Argentino Golz
1 comentario:
Otra más zapatero a tus zapatos, gracias!!
Publicar un comentario