Óleo de Nicoletta Tomas Caravia |
Otros médicos, que se ocupan de los ya vividos, dicen que los viejos, al fin de sus días, mueren queriendo alzar los brazos.
Y así es la cosa, por muchas vueltas que le demos al asunto, y por muchas palabras que le pongamos.
A eso, así de simple, se reduce todo:
entre dos aleteos, sin más explicación, transcurre el viaje.
Eduardo Galeano
2 comentarios:
Maravillada por la grandeza de esta meditación, la voy a compartir con mis seres queridos y amigos.
Tiendo mis brazos a ti amiga... dejándote un abrazo afectuoso.
Simplemente verdadero!!! ALMA VIVE!!! jajaja!! besosss muchisimos
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