Fotografía de la colección Underwater de Howard Swatz
Nunca le había dicho a nadie la razón de su miedo a sumergirse. Cada vez que se ponía unas gafas de bucear, le entraba pánico al pensar que podría acordarse de ella, ponerse a llorar y morir ahí abajo, ahogado en sus propias lágrimas.
Prestado del blog Viaje a los sueños polares
La niña de la cornisa
Hace 7 años
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