miércoles, 19 de enero de 2011

La tierra prometida


No será para mi la tierra prometida
no caminaré por sus ardientes arenas
no beberé de su manantial inesperado
de aguas frescas y color dorado.

Pero la observaré recostado en la roca milenaria
que está allí esperando desde el principio de los tiempos
y sabré que al mirar el paisaje deseado
seré parte definitiva de un único misterio.

Funes

lunes, 10 de enero de 2011

Quino, con sentido democrático

domingo, 9 de enero de 2011

Mujeres

Lorenzo Goñi
La mujer es naturaleza inconsciente y primordial, tierra feraz.
Oro alquímico, subterráneo manantial que embebe las raíces...

Como botín de guerra, esclaviza a su opresor, pues conserva el desparpajo con que nos expulsó del Paraíso...

Nada se hizo jamás sin la mujer. Es la dueña de la maravilla y el desastre.
Cruel, atrae a los hombres al abismo.

Lorenzo Goñi
Algunas mujeres, Lorenzo...sólo algunas.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Lágrimas en la lluvia

Fotografía de Kathleen Connally
“y todo esto que he visto se disolverá como las lágrimas en la lluvia” (de la película Bladerunner)

Pienso en el átomo, la partícula elemental apretadamente contenida cuya división causaría catástrofes. ¿Cuántos átomos habrán entre mis recuerdos y yo? ¿Qué apretada sucesión de vidas está enroscada en mis células y desaparecerá cuando caiga el despojo sobre mi cabeza? Miro el trazo descartable de la historia que me ha tocado hacer, el rompecabezas esquivo de la infancia con su sabor a dulce antiguo. Las milflores en el jardín, la fuente, los traslados, las camas de hierro, mi madre cortando mosaicos, yendo a clases a Bellas Artes, mi padre en su coche pulido, las monjas de la Asunción en el patio donde el árbol de pan acogía nuestros recreos y entraba por la ventana hasta el balcón donde Mercedes contó la historia de le peineta y el reloj y me hizo soñar colgada de sus palabras y comprender el misterio de los cuentos. Los amantes: aquel que amé descuidada y atrevida en la clandestinidad de una ciudad chismosa que envidiaba nuestras luces, el que me escribió poemas en la espalda y me enseñó la geografía del alhelí; el cruel que uno a uno arrancó los pistilos de mis pensamientos para confundirme con sus humores de minotauro sacado por mí del laberinto para martirizar a muchachas danzarinas creyentes de las bondades de su corazón. Contemplo la mujer llena de volcanes, la que lleva lagos en los ojos y cuya historia a diario me ronda como una obsesión que no cede, país anfibio monstruo telúrico, hermafrodita erizo, puercoespín que me clava sus dientes en las espinas o me arrulla con sus ventiscas en eneros y febreros desérticos. Los hijos que parí desde el vientre o el corazón. Mis muchachas y muchachos soportándome las ilusiones, los sueños desmedidos, la insistencia de vivir mi vida sin concederles la gracia de resignarme y ser simplemente la madre que habrían merecido. Mi vida errante entre el deseo y la obligación, el destierro del amor que me lleva y me trae en sus huracanes de nostalgia poblados de rostros vistos o por ver hablando lenguajes tersos y lejanos o palabras que me devuelven la miel como colibríes veloces que rápidos restauran con sus largos picos mi identidad perdida para que el tiempo que no he sido me vuelva a reencontrar. ¿Cuántos malinches en flor, cerezos y corteses se apagarán en mis ojos cuando la luz huya de mí y yo quede como una referencia en las fotos mustias de mis descendientes? ¿Quién dará cuenta de mi fuego? Sólo aquí permaneceré. Escuchame lector, imáginame. A tus ojos y tu fantasía confío mi eternidad por los siglos de los siglos. Amén.

Gioconda Belli 
Poeta y novelista nacida en Managua el 9 de diciembre de 1948)

sábado, 25 de diciembre de 2010

Amapolas

Fotografía de Xuan Rata
Flor de cuneta, provocación del margen. No el rojo sino la síntesis del rojo, estampado como un signo. Sucedánea de ti, comercias adicciones con el viento. Yo trato de mirar hacia otra parte, esperando encontrarte precisamente ahí.

Fotografía y texto de Xuan Rata / Calendario de instantes

viernes, 24 de diciembre de 2010

Duda en el alma

Despertó cuando el sol comenzaba a expulsar el frío del desierto. Por debajo de la manta masajeó sus piernas flacas, sus rodillas que gimieron al doblarse para que el hombre se levantara. En la arena quedó el hueco de su cuerpo. El niño aún dormía. Se inclinó para despertarlo, tomándose dolorosamente de la cintura. ¿Ya hay que seguir, abuelo? El viejo no contestó, la mirada perdida el ese paisaje siempre igual, atemorizante. Sacó de su bolsa una manzana, sus dedos fuertes y nudosos la partieron en dos, y los peregrinos tomaron un sorbo de agua y desayunaron. Luego, apoyado en su báculo comenzó a caminar, el calor del desierto se sentía en las plantas de los pies a través de las viejas sandalias. El niño lo seguía, una manito tomada de su raída capa. ¿Falta mucho, abuelo? El hombre murmuró algo incomprensible mientras intentaba apurar la marcha. El nieto quería saber. ¿Los otros habrán llegado ya? El viejo se paró, bajó la vista y miró largamente al pequeño. Tomó la carita en sus manos para convencerlo, mirándolo a los ojos. Sí, seguramente ya están en la tierra prometida, esperándonos. Nos perdimos en esa tormenta de arena, pero reencontramos el camino. Un poco más, un esfuerzo más, y estaremos todos juntos. El niño sonrió a la sonrisa que cubría de arrugas el rostro del anciano.
Se miraron unos segundos aún, y el hombre irguió su enjuta figura, se apoyó en el báculo y volvió a marchar, sus labios murmurando continuamente una plegaria, con esa dolorosa duda en el alma.

Jorge A. Geller / Paraná / Argentina

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Atracción del borde

Fotografía de Xuan Rata
Yo no sé si es suficiente el goce que nos produce el equilibrio, ese logro leve de lo armónico, o si acaso al aceptar el desafío del abismo nos sentimos vencedores sobre alguna clase de destino. Pero es seguro que nos gustan las orillas y los labios y recorrer con los dedos la arista de la copa y recortarnos sobre una línea a modo de horizonte. Y todo tal vez porque es precisamente en ese espacio mínimo del borde donde el espacio nace, crece y se acentúa.

Fotografía y texto de Xuan Rata / Calendario de instantes

lunes, 20 de diciembre de 2010

Permanencia

Ilustración de Michael Parkes
Duro decir:
Te amo,
mira cuánto tiempo, distancia y pretensión
he puesto ante el horror de esa palabra,
esa palabra como serpiente
que viene sin hacer ruido, ronda
y se niega una, dos, tres, cuatro, muchas veces,
ahuyentándola como un mal pensamiento,
una debilidad,
un desliz,
algo que no podemos permitirnos.

Ese temblor primario
que nos acerca al principio del mundo,
al lenguaje elemental del roce o el contacto,
la oscuridad de la caverna,
el hombre y la mujer
lamiéndose el espanto del estruendo.

Reconocer
ante el espejo,
la huella
la ausencia de cuerpos entrelazados hablándose.

Sentir que hay
un amor feliz
enjaulado a punta de razones,
condenado a morir de inanición,
sin darse a nadie más
obseso de un rostro inevitable.

Pasar por dias
de levantar la mano,
formar el gesto del reencuentro y arrepentirse.
No poder con el miedo,
la cobardía,
el temor al sonido de la voz.
Huir como ciervo asustado del propio corazón,
vociferando un nombre en el silencio
y hacer ruido,
llenarse de otras voces,
sólo para seguirnos desgarrando
y aumentar el espanto
de haber perdido el cielo para siempre.

Gioconda Belli

domingo, 19 de diciembre de 2010

Ítaca

Cuando te encuentres de camino a Ítaca,
desea que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimientos.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Desea que sea largo el camino.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca antes vistos,
deténte en los emporios de Fenicia,
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades de Egipto
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre en tu mente a Ítaca.
La llegada allí es tu destino.
Pero no apresures tu viaje en absoluto.
Mejor que dure muchos años,
y ya anciano recales en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que te dé riquezas Ítaca.

Ítaca te brindó tan bello viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene más que darte.

Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó.
Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia,
comprenderás ya qué significan las Ítacas.

Constantino Cavafis
Alejandría, Egipto 1863 – 1933

viernes, 17 de diciembre de 2010

Arte PoP



El Pop Art surge en la decada de 1950 en Gran Bretaña y años más tarde alcanza su auge en Estados Unidos, aunque con diferentes motivaciones. En Estados Unidos marcó el regreso del dibujo del tipo Hard edge (traducido como «dibujo de contornos nítidos») y del arte representacional como una respuesta de los artistas al utilizar la realidad mundana e impersonal, la ironía y la parodia para contrarrestar el simbolismo personal del expresionismo abstracto.En contraste, el origen en la Bretaña de la post-guerra, aunque también utilizaba la ironía y la parodia, era más académico y se enfocaba en la imaginería paradójica de la cultura popular norteamericana, la cual estaba formada por un conjunto de mecanismos fuertes y manipuladores que estaban afectando los patrones de la vida, mientras mejoraban la prosperidad de la sociedad.
El arte pop temprano de Inglaterra se puede considerar entonces como una serie de ideas alimentadas por la cultura popular norteamericana vista desde lejos, mientras que los artistas norteamericanos estaban inspirados en la experiencia de vivir dentro de dicha cultura.

El Pop Art("arte popular")está inspirado en la cultura de masas y subraya el valor de los iconos de la sociedad de consumo. Se representababan latas de cerveza o sopa, cómics, señales de tráfico, collages y esculturas. Los materiales fruto de la tecnología moderna, como el poliéster, la gomaespuma o la pintura acrílica, ocuparon un lugar destacado.

Los artistas del pop pretenden llegar al máximo público posible, sin elitismos ni exclusiones. Su mensaje es sencillo y claro y se dirige al común de la sociedad. No se persigue la originalidad sino más bien la reinterpretación de fotografías, grabados y pinturas anteriores.
Por esto, este movimiento se expresa mediante contornos claros, colorido variado y fuerte y provocador y con la ausencia de grandes mensajes, es decir, sin reivindicaciones ni denuncias a injusticias de la época. La temática es muy simple y directa.

La publicidad, el diseño industrial, el cartelismo, las revistas ilustradas, todos ellos ramas menores relacionadas con el mundo del arte, encontraron su cauce expresivo dentro del movimiento del "pop art".
Entre los artistas considerados como precursores del movimiento pop están Marcel Duchamp, Kurt Schwitters y Man Ray.

Haciendo hincapié en los cómics, son multitud las obras de arte pop basadas en historietas. Román Gubern destaca con Flash (1963), Richard Pettibone con Tricky Cad (1959), Jess Collins con Dick Tracy (1960), Andy Warhol con Good Mornig, Darling (1964) y Roy Lichtenstein con As I Opened Fire (1964).

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Enseñanza Zen

Hubo una vez un gran poeta japonés llamado Bashô. Era un joven muy inteligente y había estudiado muchos Sutras. Creía entender el budismo.

Un día, fue a visitar al maestro Zen Takuan. Hablaron durante largo tiempo. Cuando el maestro decía algo, Bashô respondía extensamente, citando los Sutras mas profundos y difíciles.

Finalmente, el maestro dijo: eres un gran budista, un gran hombre. Lo entiendes todo. Sin embargo, en todo el tiempo que hemos estado hablando, sólo has usado las palabras de Budha, o de maestros eminentes. No quiero oír las palabras de otras personas. Quiero oír tus propias palabras, las palabras de tu verdadero yo.

Ahora, rápido, dime una frase propia.

Bashô se quedó sin habla. Su mente comenzó a funcionar rápidamente. ¿Qué puedo decir? Mis propias palabras... ¿Cuales pueden ser? Pasó un minuto, luego dos, luego diez. Entonces el maestro dijo: creía que entendías el budismo. ¿Porqué no puedes responderme? La cara de Bashô enrojeció. Su mente se detuvo en seco, no podía moverse ni hacia la derecha ni hacia la izquierda, ni adelante ni atrás. Estaba frente a una pared impenetrable. Entonces, solo el vasto vacío. De repente se oyó un ruido en el jardín del monasterio. Bashô se volvió hacia el maestro y dijo:

Viejo estanque...
salta la rana...
sonido del agua...


El maestro rió fuerte y dijo: ¡Muy bien! ¡Estas son las palabras de tu verdadero yo! - Bashô también rió.

Más tarde, Bashô fue a Matsushima, uno de los lugares mas maravillosos del Japón, donde se estaba celebrando un concurso de poesía. Habían acudido poetas de todo el país. Escribieron elogios a la belleza del campo, la del majestuoso monte Fuji cubierto de nieve, la del brillante espejo de la superficie del lago, la de los veleros volando sobre el agua como majestuosos pájaros blancos, etc. etc. Bashô escribió solo tres líneas:

Matsushima...
ah Matsushima,
¡Matsushima!


Este es un poema Zen. No usa lenguaje poético o imágenes. En él no hay pensamiento. Yo soy Matsushima, Matsushima no es otro que yo.

Así que en el Zen no hay dentro ni fuera. Solo hay la Mente Una, que es así simplemente. Esta es la vida de todas las artes y es la vida del Zen.

Texto tomado del libro de Seung Sahn Soen-sa: "Tirando cenizas sobre el Budha".

lunes, 13 de diciembre de 2010

Desde la ventana de mi cuarto

Óleo de Balbontín
Desde la ventana de mi cuarto no veo la mar salada. Nada. Ni un trocito. Ni la luna. Ni la mortecina luz de las estrellas. Tampoco veo las farolas de la calle ni el caminar de los transeúntes. Podría ver un árbol, o dos incluso, pero lo cierto es que desde la ventana de mi cuarto no veo mata alguna, grande o pequeña, digna de tal nombre. El día menos pensado subo las persianas y que sea lo que dios quiera.

Extraído de Escribe o revienta...

viernes, 26 de noviembre de 2010

El olvido

Fotografía de Kathleen Connally
Siempre tuvo miedo de olvidar. No quería perder el recuerdo de nada. Se desesperaba cuando el título de una canción, o el nombre de un artista, no brotaba espontáneamente a su reclamo. Imaginaba un absurdo suicidio de la memoria, cuando debía detenerse unos segundos para recordar la ubicación de una calle o una casa. Para él, el olvido era una aberración inconcebible, casi un insulto a su personalidad, y se vanagloriaba de poseer una memoria perfecta.
Con los años, comprendió que le era imposible recordar absolutamente todo, y para ocultar sus olvidos, comenzó en secreto a llevar un ayuda memoria donde anotaba cumpleaños, aniversarios, nombres, títulos, direcciones, fechas, en fin, todo el acontecer de su vida, día a día.
Continuamente leía sus anotaciones, tratando de memorizarlas. Terminó archivándolas por rubros, dedicando un día fijo a cada uno.
Cuando en la casa no quedó espacio en pared alguna, donde poner un estante para sus biblioratos, decidió que había llegado a un límite, y que ya no podía seguir atesorando más recuerdos.
Retiró del banco sus ahorros, vendió el televisor, la radio, libros, cuadros y joyas, ordenó a un minimercado cercano los alimentos que periódicamente debían enviarle, y se recluyó para siempre, en medio de su absurdo archivo de fantasmas.
Pasó el resto de su vida como un ermitaño, dentro de su biblioteca de recuerdos, y murió cuando ya nadie recordaba su existencia, en el más atroz de los olvidos.

Jorge A. Geller / Premio El meridiano de la palabra 2010 / Paraná / Argentina

jueves, 25 de noviembre de 2010

El desgarramiento de los límites

¿Qué es esta experiencia sino un continuo proceso de muerte y nacimiento?. En el más primitivo espacio de nuestro ser, en el mismísimo núcleo de la materia, se esconde, como una sinfonía eterna, aquello que da muerte a lo vivo y aquello de da vida a lo muerto, la noche y el día, la fresca luz del amanecer y el misterio del ocaso. Hay “algo” en nosotros, algo definido y estructurado, que se resiste a morir, que se resiste al cambio y a la transformación. Su discurso nos encierra en un mundo rutinario y monótono cuyos muros se alzan hacia la inmensidad del cielo, acotándolo, con ladrillos compuestos por puro pánico a ir más allá de sus definiciones, a salirse de lo “seguro” para entrar en lo desconocido, a que las inmensas fuerzas del universo puedan atravesarnos, porque eso conllevaría, que esa estructura, rígida, monótona y predecible, muera para siempre.

Pero en la base de esta rueda Kósmica que gira y gira, la fuerza de la Vida y de la Muerte, tan poderosas, son las que conducen y dan sentido, de manera indiscutible, a nuestra existencia.

Tras el doloroso rayo de las crisis se esconden fuerzas destructivas y creativas que sirven de aliadas de la evolución. En definitiva, aunque desde la perspectiva del pequeño ego parezca abrumador, somos el resultado, la danza y el juego de fuerzas inmensas: somos fuerzas nucleares, electromagnéticas, gravitatorias, somos el inconsciente colectivo de la humanidad, la omnipresente fuerza de la evolución, la vida, el amor, la muerte y un sin fin de energías, que van más allá del control del tembloroso ego. En yoga, hablamos de alineación. El proceso de alineación ocurre cuando hay una plena consciencia de la dinámica de estas energías transpersonales, entonces el ego asume su verdadero papel y desde una prístina autenticidad surge:

Es mi voluntad hacer tu voluntad.

Después de las tormentas, cuando todo se ha quedado devastado, cuando las antiguas creencias se han convertido en angustiosos y raquíticos báculos que quebrándose, dejan de sostener debilidades, cuando ya no hay nada donde apoyarse, puede emerger, puede nacer algo nuevo. Y nacerá, con la fuerza que explotan las semillas en cada primavera, un nuevo estado, algo nunca visto, una nueva faceta del ser.

Por Gustavo G. Diex

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Antes, la conciencia

Pregunta el maestro a sus discípulos señalando la bandera agitada por el viento;

¿Qué se mueve?

- Se mueve la bandera, se apresura a responder el primero.

- Se mueve el viento, respondió el segundo.

El maestro niega con los movimientos de su cabeza, mientras responde:

-No se mueve la bandera, no se mueve el viento. Se mueve la consciencia…

martes, 16 de noviembre de 2010

Zen & Arte

El título lo dice todo, Album de instantes se llama este sitio en internet con imágenes del fotógrafo Juan Carlos del Río. Equillibrio, armonia, la cualidad de la fragilidad que hay en la belleza de la naturaleza, y a su vez la fuerza detrás de toda la divinidad presente en la creación. Para disfrutar sin apuros.

Si estás pintando o escribiendo o llevando a cabo cualquier acción, estás totalmente absorto en ella. Estás solamente pintando, solamente escribiendo. Ningún pensamiento se interpone entre tú y la acción. Solo hay la acción sin pensar. Esta es la libertad.



Si piensas, tu mente se aleja de tu acción y el fluir de tu pintura o tu escritura se bloquea, tu ceremonia del té es rígida o torpe. Si no piensas, te unificas con tu acción, eres el té que estás bebiendo. Eres el pincel con el que estás pintando. El no-pensamiento es anterior al pensamiento. Eres el universo entero; el universo no es otro que tú.



Esta es la mente Zen, mente absoluta. Estás mas allá del espacio y del tiempo, mas allá de las dualidades del yo y el otro, lo bueno y lo malo, la vida y la muerte. La verdad es así simplemente. Así que, cuando una persona Zen está pintando, el universo entero está en la punta de su pincel.



Cuando realizo una toma fotográfica, intento que, como la mayoría de los actos que como ser humano puedo realizar, sea con plena consciencia del momento presente. Cada instante se convierte así en "aquí y ahora" y cada respiración se transforma así en un momento mágico.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Reconciliación

Óleo de Nicoletta Tomas Caravia
Deja pasar un par de días, no la llames, no le cojas el teléfono. Luego ve a hablar con ella, pero muéstrate frío, distante e incluso cruel en un momento dado. Como si nada de aquello fuera contigo. Utiliza palabras duras, no hagas la más mínima concesión. Dile que no sabes de qué te habla, que son todo imaginaciones suyas. Deja que te grite, que te golpee, que te arañe, que te muerda, que te amenace. Échale la culpa de todo, deja que se derrumbe. Humíllala, apriétale un poco más (sólo lo justo), y entonces empieza a mostrarte algo más comprensivo. Dile algo cariñoso, juguetea con su flequillo. Abrázala, deja que se sienta bien por unos minutos. Convéncela de que te necesita. Miéntele, dile que la quieres. Y sólo al final, si lo consideras necesario, le dices que la perdonas.

Maria José Barrios / Cuentos mínimos

martes, 9 de noviembre de 2010

No hay tutía

Ilustración de Mordillo
"No hay tu tía"... o "No hay tutía" ?
Se trata de una expresión que utilizamos cuando nos rendimos en situaciones que no se pueden evitar o que no tienen solución.

Así, cuando no se puede salir de un asunto, decimos no hay tutía, que equivaldría a no hay nada que hacer:

"Quise convencer al profesor para que no nos hiciera el examen, pero no hubo tutía."

El término tutía procede el árabe tutiya, que significa sulfato de cobre. Se trata de un remedio utilizado antiguamente para aliviar los enfermedades de los ojos, hecho a base del óxido de cinc que, a modo de costra grisácea, se adhiere a la chimenea de los hornos de fundición de cobre. De esta manera, en tiempos de Cervantes se utilizaba este término con el significado de remedio o medicina. No haber tutía es, pues, no haber más remedio, carecerse de solución para un problema.

Teniendo en cuenta su origen, Tutía debería escribirse, por tanto, junto. Así lo dice el DRAE y el DPD. Sin embargo, el diccionario CLAVE incluye esta expresión en la entrada tía y aboga por su escritura separada sin tener en cuenta su origen.

Gracias Fabia por contarnos el origen de este dicho.

sábado, 30 de octubre de 2010

Cambios / Juan José Millás

El beso, fotografía de Robert Doisneau
Llevaban veinte años durmiendo cada uno en el mismo lado de la cama, cuando una noche, entre sueños, ella ocupó el sitio de él y él el de ella. Para los dos resultó una novedad enfrentarse al cónyuge por un costado diferente al habitual. De hecho, el otro no parecía el cónyuge, sino un intruso que resultaba al mismo tiempo sorprendentemente familiar, como si se hubieran conocido en otra vida, o quizá en otro idioma. Esa madrugada hicieron el amor con una torpeza morfológica llena de hallazgos sintácticos, de manera que al levantarse decidieron extender el cambio a los otros ámbitos de la existencia. Así él comenzó a ponerse a la izquierda de ella en la mesa y a su derecha en el sofá. En el coche, que habitualmente conducía él, la mujer ocupó el lugar del conductor.

Este mínimo cambio geográfico modificó sus vidas, haciéndoles tomar conciencia de unos territorios corporales inéditos. Entre tanto, sus fantasmas, abandonados en los lugares primitivos, continuaron relacionándose con la rutina anterior. Mientras ellos se abrazaban, en fin, con la extrañeza de dos adúlteros, sus espíritus continuaban jugando al matrimonio, de modo que en seguida devinieron en cuatro individuos, dos reales y dos imaginarios. Iban juntos a todas partes, con las posiciones respectivas invertidas, como la imagen que devuelve el espejo. En los restaurantes, aunque sólo reservaban mesa para dos, se sentaban en realidad cuatro y se pasaban la cena discutiendo sobre las ventajas de la rutina frente a las de la novedad sin ponerse de acuerdo.

Transcurrido el tiempo, regresaron por nostalgia a los lugares de siempre, encontrando sus huellas como las habían dejado. En seguida, volvieron a ser dos, y a veces, cuando imaginaban la posibilidad de ser otra vez cuatro, sentían una pereza enorme.

viernes, 29 de octubre de 2010

Mi país / Quino



Related Posts with Thumbnails